La gentrificación es un proceso urbano que ocurre cuando una zona deteriorada o de clase trabajadora en una ciudad comienza a atraer a residentes de mayor poder adquisitivo, lo que a menudo resulta en la revitalización del área pero también en el desplazamiento de los residentes originales de menores ingresos. Este fenómeno puede tener varias consecuencias:
1. Aumento del valor de las propiedades: Los precios de los bienes raíces y los alquileres tienden a subir a medida que llega más inversión a la zona.
2. Cambio en la demografía: La composición social y económica del vecindario cambia, con la llegada de nuevos residentes más acomodados.
3. Desplazamiento de residentes originales: Los residentes de menor ingreso pueden verse obligados a mudarse debido al aumento de los costos de vida.
4. Transformación del comercio local: Las tiendas y servicios locales pueden ser reemplazados por negocios que atienden a la nueva población de mayor ingreso.
Aunque la gentrificación puede traer beneficios como la reducción de la delincuencia, la mejora de la infraestructura y un mayor dinamismo económico, también puede generar tensiones sociales y culturales debido al desplazamiento de la comunidad original y la pérdida de identidad local.